sábado, 24 de octubre de 2009

¿EXISTEN LITERATURA Y ESCRITORES EN GUATEMALA?

Los fines de semana  trato de desayunar temprano. Puedo leer mi diario sin interrupción alguna. Es una buena forma de empezar el día…

 Ese día me tope con dos noticias que me llamaron la atención en la sección cultural.

Un blog dedicado al centro histórico de Guatemala que se llama “blog del centro histérico” (se los recomiendo esta muy bueno) y un artículo que hacia alusión a los escritores guatemaltecos. Bueno en este momento me subo a mi tribuna y como juez inquisidor dicto la sentencia y condena.

¡SI EXISTEN!  Eso lo puedo afirmar…

Lo que no hay son muchos lectores.

Hace un tiempo me percate que el guatemalteco común no conoce más escritores que Miguel Ángel Asturias, Tito Monterroso, Luis Cardoza y Aragón. Un pequeño grupo escucha el rumor de un Mario Monteforte Toledo, Arturo Arias.  Los que están en peligro de extinción Manuel José  Arce, Ismael Cerna.

¿Qué es lo que pasa?

Bueno es sencillo de explicar… no existe un habito de lectura inculcado, eso de leer libros que no tienen buenos efectos especiales ni dibujitos es un suplicio. Me recuerdo de una anécdota: había una mi conocida  que se paseaba por las librerías de mi país porque estaba de moda “se miraba muy chic, eso de lo intelectual”.

En una entrevista realizada por Juan Carlos Lemus para un artículo de Prensa Libre en su tiraje dominical para la sección “revista Domingo” del mes de febrero del año 2008 menciona:

“… ¿Cuáles serían, a su juicio, las fortalezas de los guatemaltecos?

Es una pregunta legítima, porque hasta ahora me he focalizado en los aspectos que no funcionan, en lo negativo; pero todos esos rasgos de carácter que mencioné tienen su contraparte, y pienso que eso nos da grandes posibilidades hacia el futuro. Pues, como dice el dicho, "la ventaja de no ser feliz es que se puede anhelar y luchar por la felicidad". Tenemos, pues, la enorme ventaja de poder forjarnos una identidad a voluntad, casi que de poder construirla a nuestra medida.  Una gran ventaja de vivir en este no-man's land histórico es el de poder escoger qué queremos ser y hacia dónde queremos ir. Pero es cierto que para eso se requieren muchas condiciones que aún no tenemos, como una adecuada madurez y cohesión ciudadana, además de elites políticas e intelectuales capaces. Sin embargo, en los últimos años, en Guatemala ha habido elites intelectuales y políticas educadas en el extranjero. Sólo que más que educación, lo que han sufrido es una deformación de tipo tecnocrático. Ha habido muy pocos humanistas, o más bien ninguno. No se trata de que el país sea gobernado por filósofos, pero se requieren tecnócratas con cultura y profundidad. Pero lo cierto es que aún no se da en nuestra sociedad el surgimiento de un grupo de intelectuales y líderes de clase media que estén orgánicamente vinculados a las necesidades del pueblo.

Ni siquiera en la literatura tenemos muchos autores que hagan propuestas literarias de envergadura. Después de más de 30 años de guerra

¿Cuántos novelistas han escrito sobre lo que pasó? ¿En dónde está la gran novela de la guerra?

Hay y ha habido balbuceos, pero sin mayor trascendencia, porque no hemos llegado a desarrollar aún ninguna voz literaria potente que tenga peso en el plano internacional. Los únicos escritores de cierta estatura que tuvimos son gente que vivió y se forjó afuera: Asturias, Tito Monterroso y Luis Cardoza y Aragón. Fuera de ellos, nada. Aún estamos por escribirnos, por inventarnos.

¿Cuál es su opinión, entonces, sobre novelas como las de Mario Monteforte, Marco Antonio Flores, Carlos René García, Arturo Arias, Mario Roberto Morales y otros…?

Te lo voy a responder con una comparación, utilizando la metáfora del avión. Hoy vivimos en la era del jet; si querés viajar por el mundo, hay que hacerlo en jet, no en avioneta ni en helicóptero. En el mundo de hoy, si quieres comunicarte y trascender las fronteras locales, pues hay que entrarle a la tecnología del jet: hay que tener ingenieros capaces de crear o construir aviones que vuelen alto y bien y lejos. Pues lo mismo sucede en el campo de la literatura: hoy también las literaturas se han vuelto transnacionales como la alta tecnología espacial, querámoslo o no. Hoy se lee a Borges en china, y hay chinos traducidos al español y al inglés, etcétera.

¿No es cierto que algunos de ellos son conocidos en el extranjero?

Bueno, no sé... ¿Quién es Dante Liano en Quito? ¿Quién es Mario Monteforte Toledo en Perú? ¿Quién es Marco Antonio Flores en Sudáfrica?

No tenemos una literatura de grandes ligas, sino de pequeñas y medianas ligas locales. Y, por supuesto, cada uno de quisiera ganarse el premio Nobel, eso está claro, pero lo único que logramos es fabricar avioncitos de hélice que ni siquiera suben más alto que los barriletes, porque el viento los bota.

Lo cierto es que todavía no tenemos la ingeniería mental para construir novelas a reacción; tal vez algún día surjan, pero creo que para que eso suceda, antes habrá que expatriarse y aprender a dejar de ser un poco guatemaltecos. Sólo alejándose es que uno puede acercarse. Es una ley de la vida…”

Talvez sea cierto lo que dice el señor de la Horra, sin embargo quiero recalcar algunos puntos:  

 Los guatemaltecos no tienen el habito de lectura

  •     Presienten que ser escritor es morirse de hambre y como dice mi abuela: “…las ratas se le subirán y se lo comerán…”
  •       Confunden a los poetas con los novelistas y cuentistas.
  •       Hay que vender el alma al diablo para poder publicar en el país de la eterna primavera.
  •        Si no son los temas de la actualidad no pega (conflicto armado interno, criticas políticas, drogadicción, protestantismo)
  •        Solo los izquierdistas y eventuales pseudo hippies son los seudointelectuales que se pasean por los cafés literarios.
  •         País muerto y dividido por la misma gente.
  •  Existe una biblioteca nacional que es habitada por jubilados que esperan los diarios matutinos  para no comprarlos.
  •        Es muy poco el teatro dramático, mas bien cómico y popular.
  •    Nuestro índice de analfabetismo es alto, pero nuestra cultura mínima.
  •    Nos gusta un “TALK SHOW” que un reportaje serio.
  •    Nunca mentimos, mientras no estemos en peligro o cometemos alguna indiscreción.

Pero también es cierto que hay un grupo de guatemaltecos, que no vemos la vida tan pesimista. Si hay verdaderos escritores escondidos en algún rincón de esta república. Edgar Allan Poe no salió de los Estados Unidos para crear su poema el cuervo y J.K Rowling no se fue a la india a escribir Harry Potter. Algunos estamos escondidos en una camioneta otros en algún callejón.  Desde mi perspectiva somos personas comúnes y corrientes que tienen las ganas de decir algo al mundo. Todos somos escritores no hay quien se salve. La diferencia entre una carta de amor y una de negocios es el sentimiento que se le ponga a las palabras.

Amigos míos si hay escritores en Guatemala… lectores no lo sè, se extinguen rápidamente.

1 comentario:

Erick dijo...

Acepto lo de los lectores y escritores. Sin embargo falta promover la lecto-escritura con métodos más modernos y creativos en instituciones donde haya gente más joven, y no el monton de rucos que ya no pasan de opinar pero no mueven un dedo por hacer algo por el país.